La cultura de Occidente se
desarrolló gracias al pensamiento griego y la tradición hebrea, caracterizada
por su sentido del equilibrio frente a la fantasía oriental. No obstante, la
literatura griega pasó por cuatro etapas: arcaica, clásica, alejandrina y
romana, las cuales vamos a conocer en este nuevo tema.
1. La literatura griega arcaica (S. VIII – VI a.C.)
1.1. Homero. Epopeya.
Homero recopiló leyendas orales y
las plasmó por escrito en sus dos epopeyas más importantes: La
Ilíada y La Odisea. En ellas, los personajes pertenecen a clases altas,
y están en continuo contacto con dioses que se dejan llevar por las propias
pasiones humanas. Es característico de Homero su lenguaje elevado y la
utilización de epítetos épicos distintos para cada personaje.
Homero |
En cuanto a sus grandes epopeyas, La
Ilíada narra en sus 24 cantos la Guerra de Troya, la cual comienza
cuando Paris, hijo del rey de Troya, rapta a la esposa de Menelao, (hermano del
rey de Micenas, Agamenón). Este simple rapto da lugar a una gran guerra entre
griegos y troyanos.
Homero trata de reflejar la ira
humana en esta obra, además de tratar temas como el amor, la política y la mitología. Esta ira se refleja en el
personaje de Ulises, a quien le roban a Briseida, su amada; y, por otro lugar,
le arrebatan la vida a su amigo Patroclo. Estos dos hechos hacen de Aquiles un
personaje deseoso de venganza, llevado por los sentimientos en vez de la razón.
Por otro lugar, La
Odisea relata las peripecias que
pasa Ulises desde el final de la guerra de Troya hasta su llegada a Ítaca, de
donde es el rey. Ulises reta a los dioses, es más, desconfía de ellos, y
piensa que no tiene nada que agradecerles, ya que la guerra la ganaron los
hombres, no los dioses. Y es este desagradecimiento el que hace que Ulises vea
dificultado su viaje de vuelta a casa durante diez años. Finalmente, se rinde
ante Poseidón y, con su ayuda vuelve a Ítaca arrastrado por el mar. Allí, su
mujer, Penélope le ha sido fiel durante todos estos años, sin desconfiar nunca
de que este llegaría.
Por tanto, podemos decir que esta
epopeya trata, a modo de metáfora, el recorrido por la vida. Esta se
muestra como un viaje interminable, que algún día llegará a su destino. Se nos
muestra así, la madurez del hombre y la importancia del recorrido por esta.
Homero fusionó lo divino con lo humano; enfrentó la pasión y la razón con el
escepticismo de Ulises ante el tema divino; y mostró, en mayor medida que en la
Ilíada, los defectos del ser humano y
sus equivocaciones. Penélope es, por otro lado, el símbolo de la fidelidad en
esta obra.
Hesíodo |
1.2. Hesíodo.
Hesíodo, en su obra, también
parte de la tradición y la leyenda. Así, escribió Teogonía, que aglutina
los mitos del pueblo griego, desde el Caos hasta la victoria de Zeus sobre los
titanes. Los trabajos y los días, recopila, en cambio, normas y consejos
que se han de seguir para tener una correcta y próspera
agricultura.
1.3. Lírica arcaica.
Para los griegos, la poesía
mélica consistía en la expresión de los sentimientos más íntimos del poeta.
Tales composiciones podían ser cantadas por un solista (monódica) o un coro (coral).
1.3.1. Lírica Monódica.
En este subgénero destacan Alceo de Mitilene, Safo de Lesbos y Anacreonte de Teos. Alceo y
Anacreonte se inspiran en Homero, y ambos cantan a los placeres del vino.
Alceo hace de sus
himnos una mezcla entre lo sensual y lo irónico; y los dedica al amor, las
divinidades, el vino, la embriaguez que este produce… Sin embargo, Anacreonte ha tenido más influencia a
lo largo de la historia literaria. Sus anacreónticas tratan los placeres que
trae el vino, el buen comer, el amor a las mujeres, además del tema mortal y la
vejez, tomados con ironía y serenidad. Son así, poemas de índole burlesca y a
la vez melancólica.
Por otro lado, Safo
de Lesbos, se encargó de expresar los sentimientos, de ahí que los temas
principales sean el amor y la belleza. Además, fue Safo quien, por primera vez,
plasmó los efectos fisiológicos del amor, con objetividad, en un poema.
Esta, a su vez, dirigió una escuela en la que se enseñaba
música, poesía y danza; el círculo
sáfico.
1.3.2. Lírica coral.
El poeta más importante de la época arcaica y la lírica
coral fue Píndaro de Tebas. Este unió, como Homero y Hesíodo, mito y piedad en
sus cantos atléticos o epinicios (literalmente “Sobre las victorias”). Estos elogiaban
al vencedor de los juegos que se celebraban en las ciudades griegas. En tales
cantos se ensalza la importancia del
linaje, de la familia, como ya se hacía en las epopeyas de Homero y, por
ejemplo en el Cantar del Mio Cid.
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